6. “Boricua en la luna” — la distancia de la luna

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( Fernando Norat )

Alana: Para Futuros Studios y WNYC Studios yo soy Alana Casanova-Burgess y esto es La Brega. Este es el track 6: Boricua en la luna: La distancia de la luna. Nuestro episodio de ficción. 

Hay un poema que se convirtió en canción: se llama “Boricua en la luna.” Fue escrito por Juan Antonio Corretjer-- de Ciales-- el mismo pueblo que mi madre. Roy Brown lo musicalizó y lo cantó: 

[MÚSICA - “Boricua en la luna”, Roy Brown: “Una mujer de aguadilla vino a New York a cantar.”]

Alana: Lo convirtió en una canción sobre no estar en Puerto Rico, como muchos de nuestros himnos. Pero el sentimiento que más transmite no es el anhelo de volver.... sino, el coraje desafiante de amarrarse a la puertorriqueñidad donde quiera que estés. Para mi es LA canción diaspórica. Me pega duro cada vez que la escucho. El narrador nace en Nueva York de padres boricuas que soñaban con volver. Es un sueño que comparte. La línea donde habla de tener la esperanza de regresar a ese Puerto Rico… el Puerto Rico de ensueño… lo confirma. Entonces, en la línea más famosa y repetida de la canción, hace una afirmación contundente sobre su puertorriqueñidad:

[MÚSICA - “Boricua en la luna”, Roy Brown: “Yo seria borincano aunque naciera en la lunaaaaaaaaaa.”]

Alana: Es un sentimiento profundo. Ese deseo de abrazar y pregonar lo que se siente pertenecer. De lo que significa venir de un lugar amado. De saber que hay cosas que nadie nos puede quitar. Y es un sentimiento que muchas personas reconocen, sean boricuas o no. Y por eso quisimos llevar esa idea al lugar más creativo posible...Así que para este episodio hablamos con el laureado escritor puertorriqueño Sergio Guiterrez Negrón y le pedimos que imaginara un nuevo universo para “Boricua en la luna”. Sergio nos dio una historia tan rica y sorprendente como el poema y la propia canción. No tienen idea de cuán emocionada estoy de compartirla con ustedes. Sin mas preambulo, aqui esta: “La distancia de la luna.”

 

Nanette: Hi Kelvin, this is Nanette, from Jersey, can’t believe I was selected! I had a sort of personal question…

Tomás: Aló, Tomás, de Caguas, ¿qué es lo que haces todo el día allá  arriba porque…?

Mairim: Hola hola, Mairim de Bayamón… tengo una pregunta

Jessica: Para comunicarse con Kelvin, el muchacho de la luna, uno tenía que apuntarse en la lotería que creó la agencia espacial como parte de su iniciativa de outreach, y cruzar los dedos. A mí no se me dio, pero sí a ciento y pico de personas. Entre los seleccionados hubo gente de todo el mundo, pero la cantidad que provenía de Puerto Rico y sus diásporas fue significativa. Era de esperarse, por supuesto. Aunque ya nos parezca normal, había algo increíble–de verdad, hasta inimaginable–de que el primer hombre nacido en la luna fuera puertorriqueño, de que en las primeras fotos que apareció tuviera, al lado de la bandera de EEUU que adornaba el hombro de su traje espacial de segunda mano, también la monoestrellada, en azul celeste. Todos hemos visto los videos. Aparece la insignia de la agencia aeroespacial y tras un segundo, sale el chamaco, Kelvin, que salta del escalón más alto de la estación lunar y aprovecha la poca gravedad para lanzar una patada, 

Kelvin: Hi-Yah!

Jessica: Como en las películas de karatecas que ya nadie ve, pero de las que ha escuchado tanto. Más viral que ese fue el otro, en el que se acerca a la cámara, presiona algo en el lado de su cabeza y el reflector solar de su casco se retira como una cortina, y saca la lengua y cruza los ojos.

[Kelvin hace sonidos mientras que saca la lengua y cruza sus ojos]

Jessica: Pero mi favorito es en el que Kelvin, que para ese entonces tenía más o menos catorce años, activa su micrófono y tararea un merengazo con verdadero swing. 

[Kelvin tararea un merengue]

Jessica: Por el delay de dos segundos y pico que tienen las comunicaciones entre la luna y la tierra, y por los efectos en el cuerpo de un traje tan pesado, la canción surge mucho después que el baile al que se entrega. Los videos tenían algo tierno y un poquito sanano, y era inevitable sentir un poco de vergüenza por él. También un poco de pena. La luna, a pesar de que iba un siglo desde que el primer hombre la pisó, estaba tan, pero que tan vacía. Y el chamaco estaba tan, pero que tan solo.

[MÚSICA - tambores]

De un día para otro, la iniciativa de outreach comenzó a fallar, y la cosa se puso fea. La velocidad del troleo es mayor a la de la luz. 

Troll #1: This is so fake. We know this is all staged, man. Give it up!

Troll #2: Mira Sailor Moon, hay quien te quiere, y hay quien te usaaaa. Esa gente mató a tu mai y te dejaron allá arrollao’. Lo que están haciendo esos gringos contigo es…

Troll #3: Why are we spending taxpayer dollars on an ungrateful fool who doesn’t do crap for—I mean, is that guy even American—…?

Jessica: No es difícil imaginarse cómo se politizó el asunto. La iniciativa fue otro traspié en el mal manejo de una misión que había fracasado hace dos décadas.

Noticiero #1: Hace unos minutos, la agencia interespacial confirmó que se registró una grave explosión en la nave lunar Juniper Tree. 

Noticiero #2: El Juniper Tree incluía la comandante Cynthia Ramos Benítez, la primera puertorriqueña en liderar una misión… 

Noticiero #3: La Agencia Espacial anuncia que suspenderá los esfuerzos de población lunar a la luz de la pérdida del Juniper Tree. 

Jessica: Diez años después, cuando ya casi ni se acordaba la misión, hasta que el mundo se enteró del niño en la luna.

Noticiero #4: La Agencia Espacial confirmó hoy la presencia de un niño de 7 años, la primera persona nacida en el espacio exterior. 

Jessica: Los sobrevivientes, con excepción del chamaquito, Kelvin, estaban en las últimas. Habían logrado comunicarse finalmente con la agencia después de años de fracasos, motivados por la desesperación. 

Noticiero #5: Una fuente familiarizada con la operación, le ha revelado a este medio que el joven es hijo de la comandante Ramos Benítez.

Jessica: Una serie de obstáculos burocráticos y políticos entorpecieron a la Agencia y, cuando finalmente lograron enviar una nave no tripulada para proveer los recursos que habían pedido, sólo quedaba el chamaquito.

Noticiero #5: Y que desafortunadamente, la comandante no se encuentra dentro de los sobrevivientes. 

[MÚSICA - sintes]

Jessica: La agencia nunca dijo públicamente por qué no extrajeron a Kelvin de la luna inmediatamente, pero se pensaba que fue el resultado de un impasse político y una falta de recursos. Pasaron años y el bullicio comenzó a desvanecerse. Lo que sí hicieron, para mantener al chamaquito "conectado" fue ponerlo en contacto con la mamá de su mamá, que residía en Puerto Rico, y darles la oportunidad que se intercambiaran grabaciones entre ellos. Mientras tanto, la agencia espacial le daba a Kelvin pequeñas misiones de investigación. Pero claro, todo esto posponía lo inevitable… 

News tape #6: Con cada año que Kelvin, el ciudadano estadounidense nacido en la luna, permanece allí, se complica el panorama…

News tape #7: Críticos de la misión acusan a la agencia de abuso y achacan mal manejo a discriminación racial.

News tape #8: …no existe un consenso al interior de la agencia espacial en torno a la necesidad política y humanitaria de extraer a Kelvin, ciudadano nacido en la luna.

Jessica: Mientras tanto, desde la luna, Kelvin lograba ver la inmensidad del espacio y el remolino azul y blanco de la tierra. Entre la gente de la agencia, la mamá de su mamá y el paisaje lunar, su mundo era lo suficientemente amplio. No le importó mucho, entonces, cuando la agencia comenzó a limitar su relación con el público debido a toda la mala prensa. 

Abuela:  Ay, m'ijo, mi mamá decía: más vale estar solo que mal acompañado.

Jessica: …Eso es lo que había dicho su abuela en el mensaje que envió tras enterarse del fin de la iniciativa de outreach, y procedió a contarle, como lo hacía siempre, de su día:

Abuela: ¿Qué te estaba diciendo? Ay, sí, que tenía que ir al médico en la mañana, pero el tapón pa’ San Juan estaba fuerte y, pa' colmo, el calor me tenía mala. Llamé a la oficina y le dije que no llegaba, cogí la primera salida que vi en el autopista y me metí a un mall que está por allí. No sé si te he dicho que antes a estos moles la gente venía hasta pa' janguear. Pero bueno, hoy está vacío, vacío, vacío [se rie]... Da una pena… Digo, no que yo esté aquí pa' irme de compras. Estoy acá por el friito del aire acondicionado.  

[gente hablando y de compras]

¿Escuchas eso? Ese es el soundtrack de un mall [se rie]...En fin… ahora seguro doy una vueltita más y me quedo pajareando en el teléfono hasta que den las diez y baje el tapón…

[MÚSICA]

Jessica: Las grabaciones solían llegar una o dos veces al día, en “paquetes” que preparaba la gente de la agencia. La abuela de Kelvin, Marielena Benítez, siempre fue consistente con sus envíos. Cuando se enteró de la existencia de su nieto, le integró en su vida cómo si siempre hubiera sido parte de ella. 

[MÚSICA]

Jessica: En sus mensajes, Marielena casi nunca tocó los temas que la agencia consideraba controversiales—los porqués, para qués, cómos, cuándos—. También evitó mencionar a su hija, la mamá de Kelvin, y el hecho de que hubiera muerto allá arriba. En vez de eso, le hablaba sobre su día a día, su vida, su barrio.

Abuela: Ahora la nieta de la vecina juega pa' las Criollas de Caguas y no sé si alguna vez te conté que cuando yo estaba en la escuela, hace mil años…

Jessica: Entre los detalladissimos desgloses que hacía de lo que acontecía en su vida y los playlists que habían educado musical aunque anacrónicamente a su nieto, también solía incluir grabaciones de su ambiente. 

[Notificación de celular] 

Jessica: Marielena presionaba el botón de grabar…

[cacareo de un gallo] 

Jessica: ...le daba la bendición…

Abuela:  Dios te bendiga, nene.

Jessica: …y dejaba el teléfono corriendo. Habló de estas grabaciones en una de las pocas entrevistas que concedió:

Abuela: Hola, soy Marielena Benitez, soy la abuela de Kelvin… Tengo 76 años. Vivo ahora en Caguas, pero pasé un montón de años en el frío de Ohio y en Chicago. Soy ingeniera química. Era ingeniera, mejor dicho, porque estoy jubilada, bien jubilada, gracias a dios. Yo a él le envió grabaciones de todo. para que así sepa de dónde es él, de dónde era su mamá…. La verdad es que se dio por accidente. Lo hice una vez y vi que le gustó, y ¿cómo le digo que no?

Jessica: Kelvin la escuchaba en sus largas jornadas, y mientras recorría la superficie lunar, sus rugosidades y valles de polvo, sus fosas tectónicas, dorsas y cráteres, lo que llenaba el rumor del vacío espacial…era el soundtrack de la abuela…

[cacareo de un gallo] 

Abuela: Ay nene, estoy hecha leña; hoy tuve que ponerme a limpiar la casa, que estaba hecha un cagaero…

[móvil en el viento] 

Jessica: …era el sonido de la brisa recorriendo su casa, del vecino cortando la grama…

[cortadora de pasto] 

Jessica: El bajo de un carro que pasa con la música a todo lo que dá, demasiado rápido para la carretera…

[Carro pasando reventando reggaeton] 

Jessica: el sonido de tres extraños ayudando a su abuela y unacompinches sacar el carro de la arena en Vacía Talega…

[voces, motores] 

Jessica: el aguacero y sus truenos…

[Truenos y lluvia] 

Jessica: y el chillido del huracán que se aproxima…

[viento chillando] 

Jessica: y la calma en el ojo, y los coquíes, por supuesto…

[coquíes]

Jessica: y los grillos…

[grillos]

Jessica: y los perros.

[ladridos de perros] 

[MÚSICA - Nota singular]

Jessica: Aquellos sonidos habían impregnado el territorio de la luna de una manera tan sutil que la gente de la agencia había tenido que desarrollar un tipo de glosario, porque Kelvin intercambiaba los nombres preestablecidos de la geografía lunar por los que le había escuchado a su abuela, y al Mare Serenitatis le decía Mar Chiquita; al Mare Imbrium, Boquerón; al agujero lunar Kaguya, Camuy. Y así. La agencia intentó estipular, en algún momento, que se usaran los nombres internacionalmente reconocidos. Pero Kelvin, que en lo general seguía las reglas, había insistido. 

Kelvin: Yo soy el único que está acá, ¿ok? Y así me suena mejor. 

Jessica: Y es que Kelvin tenía una relación particular con sus espacios. No había estado nunca en la Tierra, ni realmente la había visto de cerca, porque la agencia sólo permitía el audio, por cuestiones de bandwidth, según decían. A pesar de ello, la verdad era que las miles de grabaciones que le había enviado la abuela le eran suficiente. Estaba y había estado allí, en la luna, toda su vida pero, como ya sabíamos todos los que vimos los videos, no le cabía la menor duda que no le pertenecía a aquellos paisajes del todo. Había una isla, un archipiélago, un Puerto Rico de ensueño, que era suyo, sin quebranto, y no tenía que pisarlo ni visitarlo ni cuestionarlo para saberlo. En su vida en la luna, había cuidado una única certeza, la cual pronunció alguna vez en aquellos videos: a diferencia de las leyes de la física, en asuntos de pertenencia, a mayor distancia, mayor cercanía.

[MÚSICA se resuelve]

Alana: A continuación... Kelvin recibe una llamada... desde la tierra. Esto es La Brega.

 

MIDROLL

 

Ana Macho: ¿Que la que corillo?  Esta es Ana Macho y tu estas escuchando La Brega.

[Gente jugando a dominos, hablando]

Jessica: Un día, cuando Kelvin tenía 17 años y escuchaba otra vez más una vieja grabación que su abuela le había enviado, recibió una llamada… desde la tierra.

Kelvin: A-Alo? 

Abuela: ¿Hablo por aquí? Ok. ¿Así? Uno, dos, uno, dos.

Kelvin: ¿si?

Abuela: ¿Ya? Nene, es tu abuela.

Kelvin: ¿Abuela? ¿Estás en la agencia?

Abuela:  Mira, necesito que me escuches, ok? Estoy aquí porque las cosas han estado cambiando…

Jessica: La abuela de Kelvin estaba allí para informarle que se había decidido finalmente culminar la misión. Le pidieron a Kelvin que bajara al hemisferio sur de la luna, a donde él nunca había ido. Allí, una tripulación comenzaría el proceso de debriefing y lo regresaría a la Tierra.

Kelvin: Abuela, no entiendo…

Abuela: Te vas a encontrar con gente, m'ijo–.

Kelvin: Con gente.

Abuela: Sí, con gente, nene. La agencia va mandar a una muchacha que se llama Jessica Parker Ríos. Me invitaron para que la conociera, y a mí me pareció una muchacha bien buena. Sus abuelos eran de Juana Díaz. La escogieron por eso, para que… 

[Kelvin respirando fuerte]

Abuela: ¿Me estás escuchando?

[Kelvin respirando fuerte] 

Jessica: No hubo respuesta. Sólo su respiración. Y, de pronto, nada. Kelvin había cortado la comunicación. Perdieron contacto con él entonces. Hubo un pequeño pánico en la agencia. ¿Qué se haría si, de la nada, la única persona que había nacido en la luna, decidía desaparecerse?

[MÚSICA]

Jessica: Es fácil ver retrospectivamente en qué fue que la agencia se equivocó. De estar tan expuestos a Kelvin, tan en contacto con él, perdieron de vista lo raro que era todo. O sea, había un chamaco que había pasado toda su vida en la luna. Un chamaco que jamás había visto a otro niño o niña, un chamaco que había perdido a todas las personas a las que alguna vez quiso, que nunca había sentido ni una brisa ni el sol quemarle los hombros. Creo que por eso malinterpretaron algo básico.  Se les escapó que, para Kelvin, la certeza de su pertenencia, —de su puertorriqueñidad, digamos— no anulaba el hecho de que la luna fuera también hogar; que en donde nosotros veíamos solo grises, él apreciaba contrastes. Y ahora, había huído hacia las profundidades de su luna mientras las noticias de su desaparición se filtraron a la prensa.

[MÚSICA]

News tape #8: Una fuente anónima ha confirmado que la Agencia Espacial ha perdido contacto con Kelvin, el joven nacido en la luna. 

News tape 9: La Comisionada Residente de Puerto Rico exige vista pública y el fin a lo que llamó "una negligencia que ya raya con lo criminal". 

Jessica: Kelvin había regresado a la nave donde había pasado sus primeros años, donde había convivido con su madre y los tripulantes de la misión—lo más cercano que tuvo a una familia, más allá de su abuela. Ante la posibilidad de la pérdida, Kelvin había parecido querer marcar los paisajes de su vida; inscribir y registrar la grisácea superficie lunar con algunas de sus poquísimas pertenencias preciadas. Intentaba, a su manera, remediar el hecho de que al repertorio humano le faltaran rituales particulares para decirle adiós a los espacios que habitamos y que nos habitan.

[PAUSA] 

Jessica: La agencia se tardó una semana en localizar a Kelvin. Ya para entonces él estaba rumbo al hemisferio sur para encontrarse con la tripulación. Su rover apareció en el horizonte. Pero antes de contactar la nave, el rover se quedó quieto, como si su piloto todavía considerara la posibilidad de otra fuga. La gente en la agencia esperó, ansiosamente. Y ahí es donde entré a la historia de Kelvin. 

[MÚSICA]

Jessica: Me puse mi traje y decidí salir. Fue entonces que me vio por primera vez. Supongo que técnicamente fue la primera vez que yo también lo vi, pero la verdad es que sentía que ya lo conocía. Levanté la mano y él comenzó a hacerlo también, pero se detuvo a mitad. La bajó y encendió su rover. 

[PAUSA]

Jessica: Pensé que huiría. Yo me quedé quieta y lo reporté a la agencia. Marielena, la abuela de Kelvin, respondió. 

Abuela: Yo no sé qué esperaban ustedes… Obviamente algo así iba a pasar. ¿Hace cuánto han estado bregando con esta vaina y no le habían dicho ni ji?  

Jessica: —Los protocolos dicen que no podían— 

Abuela: Jessica, discúlpame la grosería, pero qué coño importan los protocolos. Ha estado solo toda la vida, y ahora ustedes quieren… Jessica, espéralo, dale un break. 

Jessica: Eso hice. y decidí no aproximármele.

Jessica: Kelvin, tómate tu tiempo. Cuando estés listo, dános una señal, OK. 

Jessica: Él no respondió. Yo volví a la nave y esperé. Al rato, sintonicé, con la ayuda de la agencia, su señal.

[MÚSICA - reggaeton viejo, sonidos de una calle en Puerto Rico, pitos de un carro] 

Sonaba una música vieja, de una percusión que pegaba dura y un bajo retumbante, pero por encima de esta y en primer plano, escuché el ruido de una calle puertorriqueña que no supe cuál era pero que podía ser cualquiera, y también las voces de personas hablando en español, y los bocinazos, y una puerta de carro que se cerraba de un tiro, y, escondida entre todo eso, su respiración, la de Kelvin.

[Kelvin respirando]

Kelvin:¿Estás ahí, verdad? 

Jessica: Sí, perdón, ¿cómo lo supiste? 

Kelvin: Se filtra el sonido de la superficie.

Jessica:¿Cuál sonido?

Kelvin: Fíjate bien, es como un susurro en retirada.

[sonido soplando]

Jessica: Soy… 

Kelvin: Jessica. Mi abuela me lo dijo. ¿Cuántos son ustedes? ¿Y hace cuánto están acá?

Jessica: Somos una tripulación de ocho personas y llegamos hace dos meses.

Kelvin: ¿Era información clasificada?

Jessica: Uhh, Sí, lo siento. Había algo con los permisos…

Kelvin: No tienes que explicarme. Entiendo cómo funciona.

Jessica: Eh, yo, quería decirte que no puedo creer que estoy tan cerca, que es un placer conocerte… de verdad. O sea, yo vi las primeras transmisiones en vivo, las primerísimas, las que pasaron cuando aún eras un chamaquito… Las vi un montón de veces (se rie)... y no sé…, Viéndolas y escuchándote un par de cosas de mi vida… hicieron como que click….y ajá, es un poco absurdo porque tú eras, pues, un nene, pero todavía recuerdo aquello de que "en asuntos de pertenencia, a mayor distancia, mayor cercanía”...

Jessica: [interrumpiendo a sí misma] Ay, perdón por la descarga… 

Kelvin: Por eso, para eso, te enviaron.

Jessica: Lo que te quiero decir es que estoy aquí para trabajar contigo, para ayudarte. 

Kelvin: ¿Vas a terminar mi misión?

Jessica: Sí.

Kelvin: ¿Y qué pasará después? 

Jessica: La agencia proveerá toda esa información en su momento.

Kelvin: Prefiero que me digas tú.

Jessica: Tendrás que volver. O sea, regresar a la tierra, con nosotros. 

Kelvin: ¿O qué…?  ¿Y si prefiero volver a mi lado, donde he pasado toda la vida…?

Jessica: Yo sé que es importante para tí, que allí has pasado tu vida, pero esa… esa no creo que sea una opción, perdón. Podrías atrasar tu regreso, claro… pero creo que la gente quiere que estés en la tierra. Tal vez, en unos años, podrías ir a cualquier ciudad de Estados Unidos o a la isla, si eso quisieras y vivir allí con tu abuela…

Kelvin: (interrumpiendo) ¿Tú alguna vez has ido?  A la isla, digo. 

Jessica: No. No he ido desde niña… No he tenido la oportunidad…No, eso es mentira. Es que me ha dado cosita como que regresar, no quiero ir y descubrirme… ajena.

Kelvin: Entonces entiendes, ¿verdad?

Jessica: Entiendo cómo uno puede estar partido en dos… sí. 

Kelvin: (interrumpiendo) Tampoco es eso.. estoy, tú sabes, a punto de perder todo esto…. Y… y no sé qué va pasar. ¿Cómo hace la gente pa' bregar con tantos lugares perdidos sin, no sé, hundirse?

Jessica: Le dije que no lo sabía, y después de eso, Kelvin no añadió nada más.

[estatico]

Jessica: A través de su señal, escuché…lo que supe era una playa, el golpe de las olas, la brisa cegando un micrófono, reggaetón clásico a lo lejos.

[sonido de olas, viento, reggaeton]

Escuché también una grabación de Marielena:

Abuela: Tú sabes eso que dicen de que cuando el río suena es porque trae a…

Jessica: Lo apagué entonces, para cederle su privacidad.

[PAUSA]

Jessica: Pasaron algunos días y…

Kelvin (titubeando): Jessica, tal vez lo mejor sea irme con ustedes. 

[MÚSICA]

Jessica: Lo acompañé en sus últimos recorridos por la superficie lunar y hablamos. Gran parte de nuestras conversaciones constaron de mis preguntas y de él compartiendo todo el conocimiento que había adquirido viviendo allí, siendo el primogénito de la luna. Entendí, también, por qué rebautizó la geografía lunar con nombres isleños. Lo supiera o no, Kelvin había descubierto algo básico sobre la relación de los humanos con el entorno. Había aprendido que siempre estamos en más de un lugar a la vez, que los espacios que ocupamos en cualquier momento, siempre están ya marcados por todos esos otros que extrañamos, soñamos,  añoramos. 

[PAUSA]

[avión aterrizando]

Jessica: Marielena lo recibió cuando aterrizamos finalmente en la Tierra…

Abuela: Ay miamoooooorrrr…

[MÚSICA]

Jessica: …y estuvo con él en el largo proceso médico que siguió, las terapias que lo aclimataron a las cosas del mundo, las constantes visitas de médicos, los aislamientos…, y estuvo con él cuando finalmente le dieron el visto bueno para que se mudara con ella a isla. Y allá escuchó, ahora sin filtros, los sonidos que lo habían habitado. 

[gente hablando, sonido de coquí, carros pitando, tormenta, pájaros, perros ladrando]

[MÚSICA]

Jessica: Mucho después me dijo que se sintió como si se encontrara con un viejo amigo después de décadas de no verse. Estaba donde tenía que estar.

Marielena: ...éntrame la compra, que la dejé en el baúl del carro. De tras de las frutitas que te había mencionado, los cundiamores.

Kelvin: Ya la puse en la cocina, en el counter, abuela. ¿Tenías algo más al frente?

[MÚSICA continua]

Jessica: Un tiempo después, cuando finalmente pude hacerlo, lo visité y fue él quien me llevó a recorrer la isla, el Puerto Rico que casi ya ni recordaba de mi niñez.  

[Kelvin se rie]

[Jessica se rie]

Jessica: Una tarde en que estábamos en Playa Sucia, en Cabo Rojo,

[olas]

Jessica: …le pregunté si, habiendo sido la primera—y única— persona nacida en la luna, la extrañaba. Él tiró de sus hombros y, después de un largo silencio repitió aquella certeza que había descubierto de chamaquito:

Kelvin: A diferencia de las leyes de la física, en asuntos de pertenencia, a mayor distancia, mayor cercanía.

Jessica: Creo que nos reímos. Él se puso de pie, y caminó a darse un chapuzón en el agua.

[olas]

Estaba nublado y como era día de semana, no había nadie en la playa.

[olas] 

CREDITOS:

Alana: La distancia de la Luna fue escrito por Sergio Gutiérrez Negrón. Fue editado por mi, Alana Casanova Burgess, por Maria Garcia, y por Jenny Lawton.  El diseño de sonido y la producción estuvieron a cargo de Joe Plourde, con la ayuda de Ezequiel Rodriguez Andino.

El rol de Jessica fue realizado por Keren Lugo, Marielana era Nancy Ticotin y Kelvin era Jesús del Orden. 

Esta semana queremos agradecer a: Orlando Javier Torres, Juan Luis Ramos, Kelly Gillespie, y a Ana María Dîaz Burgos. Y gracias a todas las otras voces que ayudaron a darle vida a este episodio:: Rebeca Ibarra, Jasmine Garsd, Nicolas Lúcar, Natalia Ramírez, Fabiola Galindo, Mariela Murdocco, Benjamin Torres Gotay y Victor Ramos Rosado. 

El arte original para este episodio es de Fernando Norat. 

Y el equipo de La Brega incluye a Jeanne Montalvo, Ezequiel Rodriguez Andino, Joaquín Cotler, Liliana Ruiz, Tasha Sandoval, Mark Pagán, Maria Garcia, Victor Ramos Rosado, Juan Diego Ramírez, Marlon Bishop y Jenny Lawton.

Istra Pacheco y Maria Soledad estuvieron a cargo de la verificación de datos esta temporada.

Nuestro ingeniero de sonido es Joe Plourde. Nuestro tema es por IFE. La música original es de Balun. 

Puedes escuchar toda la música que aparece en este episodio (y en esta temporada) en nuestro Spotify playlist – tenemos un enlace en las notas del episodio [show notes]. Y no olvides darle “like” para guardarlo en tu biblioteca porque irá creciendo cada semana. 

Esta temporada de La Brega existe gracias a The Mellon Foundation.

Soy Alana Casanova Burgess. Y para la próxima semana nos vamos ‘pa Plaza. Bai.

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